Los ocupados que se apuntan al paro para ampliar su horario son 275.000 más que antes de la pandemia
Los trabajadores que se apuntan al SEPE para mejorar su empleo alcanzan los 1,65 millones en agosto.
Fiasco de la reforma laboral: los contratos indefinidos se estancan en el 44% desde hace un año
El Gobierno reconoce que hay 443.078 fijos discontinuos inactivos que no cuentan como parados
Mientras el Gobierno se centra en presumir de los datos de paro y de que su contra reforma laboral -aprobada en enero de 2022- ha acabado con la temporalidad en el empleo, la realidad de las cifras que se conocen cada mes generan más dudas y alimentan los argumentos de los críticos respecto al aumento de la precariedad laboral. Por ejemplo, el del número de ocupados que se apuntan al paro para ampliar su horario laboral y mejorar sus condiciones de trabajo. A cierre de agosto, la cifra es de 1,65 millones de personas, superando en 275.000 a las que había en agosto de 2019, antes de la pandemia.
De acuerdo con las diferentes causalidades que permite el SEPE, el número de ocupados que quieren o necesitan ampliar su trabajo rozan los 1,65 millones, frente a los 1,37 millones de agosto de 2019, como recoge un informe del Gabinete de Estudios de USO. Aquí están incluidos los polémicos fijos discontinuos, incluidos entre los ‘Trabajadores con relación laboral’ según admitió la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. La cifra a cierre de agosto es de casi 700.000, frente a 380.000 de sólo un año antes.
Entre los ocupados que están apuntados al paro están también los que tienen disponibilidad limitada y buscan un empleo específico, y los agricultores beneficiarios del subsidio agrario. En total, la cifra asciende a la referida de 1,65 millones lo que eleva el paro real actualmente en España hasta los 4,35 millones.
Ocupados parados: precariedad
El fuerte incremento de los ocupados que se apuntan al paro para mejorar su empleo a cierre de agosto supone añadir más argumentos a los expertos que subrayan que la contra reforma laboral no ha terminado con la precariedad en el empleo. Así, se firman más contratos que afiliados a la Seguridad Social, lo que implica que cada trabajador tiene que firmar más de un contrato al mes. En agosto, 28 contratos de media por cada nuevo afiliado.
Lo mismo ocurre con las horas trabajadas. En el segundo trimestre del año han alcanzado las 8,54 millones, sólo ligeramente por encima del segundo trimestre de 2019 pese a que el número de afiliados es mucho mayor. Consecuencia: «Tenemos más personas trabajando y se trabajan menos horas semanales, esto no favorece ni la calidad del empleo, ni la productividad asociada a él», señala José Luis Fernández, jefe del Gabinete de Estudios de USO.
Indefinidos a jornada completa
Más argumentos: el número de contratos indefinidos a jornada completa firmados en agosto es sólo el 14% del total, y sólo el 57% del total de los contratos de agosto son a jornada completa. Además, se hacen ya más contratos fijos discontinuos que indefinidos. Con todo, Fernández se pregunta si «se está produciendo un cambio real de nuestro mercado de trabajo o por el contrario el cambio es más semántico que estructural».
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